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«El emprendedor tiene placer por lo que hace”

5 junio, 2014 | Revista nº 4

Rafael Castellano es un sociólogo que se especializa en temas vinculados con el emprendedorismo. A lo largo de la nota, tocará conceptos como: ser emprendedor, focalizar, innovación, riesgo, anomalía, emociones y frustraciones.

 

Una vez más, el equipo de VOZ EMPRESARIA se traslada hacia plena Capital Federal para llevar a cabo una nueva entrevista para el próximo número de la revista institucional. Tocamos el libre, se puede observar a través de un vidrio enrejado, un pasillo angosto y de unos ocho metros. Somos recibidos por Jorge y Ximena, los anfitriones del lugar. Una vez dentro, Jorge nos cuenta que hace 70 años el lugar en dónde ahora estamos parados funcionaba como taller mecánico, tiempo más acá, funcionó como depósito y en la actualidad un gran multiespacio recién remodelado. Paredes altas, diversidad de colores que argumentan el porqué del nombre del lugar: “pura vida”. Ximena explica que la decoración, la inclusión de muchas plantas tiene que ver con la energía que tiene el lugar.

Nuestro entrevistado se hace esperar. Suena el timbre. Jorge va sólo y vuelve acompañado por Rafael Castellano quien al llegar nos saluda afectuosamente. Nos ponemos a hablar de la vida y de esa manera, mientras se preparan los equipos, nos distendemos un poco. Ahora sí, todo listo, una vez más, luz, cámara y acción…

Voz Empresaria (VE): – Cuál es tu experiencia en la consultaría con empresas?

Rafael Castellano (RC): – No siempre trabajé de consultor. Al principio trabajé en empresas, desde adentro, por lo menos unos 17 ó 18 años. Ya desde el año 2004 armé una consultoría que este año estará cumpliendo 20 años. He trabajado con alrededor de 70 empresas básicamente en tres áreas: el comportamiento humano, estrategia e innovación y marketing.

VE: – Metiéndonos en el mundo de los emprendedores, la primer pregunta que se dispara es ¿Qué es para vos ser emprendedor?

RC: – Hay un cuento respecto de la palabra que dice que allá por el siglo XVI los franceses utilizaron por primera vez esa palabra y la usaban para señalar a los tipos que venían a colonizar. Utilizaron esa palabra porque tenía dos condimentos, el primero porque iban a por algo pero no sabían qué, es decir un condimento de incertidumbre, mientras que el segundo condimento tenía que ver con la búsqueda de una gran recompensa económica. Los españoles por esa misma época, que eran los colonizadores a los que hacían referencia los franceses, utilizaron la palabra emprender pero para hacer referencia a “apropiarse”. Si mezclas las dos cosas, lo que tenes es tomar riesgos para apropiarse y así poder conseguir beneficios. Esa es la idea general con la que apareció la palabra. Si me preguntas a mí yo te contesto que no me gusta como definición. Si bien un emprendedor debe tener como característica el tomar riesgos para asumir fracasos y seguir adelante, tomar riesgos para apropiarse en mi forma de ver las cosas, no refleja el espíritu de un emprendedor, me parece que va por otro lado

VE: – ¿Y por dónde va?

RC: – Yo diría que un emprendedor tiene que tener cuatro características: La primera es una orientación al valor. Un emprendedor generalmente confunde su identidad con el valor que crea para los demás. Construye su identidad con el valor que crea. Si no crea valor no se siente pleno. La segunda característica es el espíritu de artesanía. Un emprendedor busca la perfección en lo que hace, un obsesivo de lo que realiza. Un artesano que se siente artesano no te da su obra si no está seguro que puede firmar esa obra. La tercera cuestión es el estado de ánimo. El emprendedor es un inconformista en el sentido de que el menú de opciones que se le ofrece probablemente no lo satisfaga nunca y por lo tanto siempre está emprendiendo, no sólo negocios, sino construyéndose a sí mismo y construyendo posibilidades para ser un sí mismo que es otro de lo que le ofrece la sociedad. La cuarta tiene que ver con el placer. Yo veo muchos emprendedores que quieren emprender pero sufren emprendiendo. Se definen emprendedores porque parece que está de moda, pero después la pasan mal. El emprendedor tiene placer por lo que hace.

Hay una serie de malos entendidos. Por ejemplo ¿Qué es un emprendedor serial? Un emprendedor si tiene espíritu de artesano emprende una cosa, su foco está puesto en un área de problema, en una tecnología, en una especialización. Favaloro era un emprendedor, porque quiso hacer medicina social en la Argentina, pero no quiso hacer tubos, máquinas, herramientas de diagnóstico, quiso hacer medicina. Se enfocó en algo específico. Si vamos a juzgar por cómo terminó la Fundación Favaloro desde el punto de vista de la gestión, no estamos viendo toda la película, porque lo que hay que ver es que logró traer medicina del primer mundo a mucha gente que no tenía acceso a este tipo de medicina. Pero hizo una cosa, se enfocó en una sola cosa. Ahora todo el mundo habla de Steve Jobs, y lo que hay que saber es que no hizo mil cosas, sino que se enfocó en una plataforma y en las posibilidades de expansión de esa plataforma por vía de la convergencia tecnológica.

No existen los emprendedores seriales, salvo que entendamos por un emprendedor a alguien que lanza empresas y más empresas, luego las vende, y vende más. Entonces ahí volvemos a la idea de tomar riesgos y apropiarse, porque si yo armo una empresa pensando en cuándo la voy a vender y a quién se la voy a vender, eso no es ser un emprendedor, eso es ser un oportunista.

VE: – Muchas veces la palabra emprender es asociada a la idea de sentirse independiente en lo laboral ¿Qué opinión tiene al respecto?

RC: – Yo quiero hacer una distinción respecto del sentido de la palabra emprender. Mucha gente confunde emprender con ser independiente para no tener jefes. Entonces uno es emprendedor porque hace su propio emprendimiento. Eso no es ser emprendedor, porque desde ese punto de vista cualquier cuentapropista, un abogado, un contador, un plomero, un kiosquero, serían emprendedores. Tienen un emprendimiento, usando la palabra en un sentido muy laxo, pero en realidad lo que están haciendo es una actividad cuyo camino ya está trazado por otros y donde ellos circulan porque encuentran que hay oferta y demanda, pueden construir su vida y la de otros dando trabajo. Por lo tanto, ser independiente no tiene que ver mucho con la idea de ser emprendedor.

Emprendedor tampoco tiene que ver con esta idea de que para ser emprendedor tenes que ser un innovador radical o que tenes que hacer innovaciones disruptivas ¿qué es una innovación disruptiva? La mayoría de la veces, la innovación disruptiva ocurre porque hay un montón de innovaciones incrementales, marginales que en algún momento se encarnan en una persona que las junta a todas. Uno mira el momento de la innovación disruptiva pero no ve el proceso. Ser un emprendedor no significa que tenes que ser un innovador disruptivo, pero sí tenes que tener la sensibilidad necesaria para ver por dónde van las innovaciones incrementales y cómo se pueden aplicar al ámbito de acción que a uno le preocupa.

VE: – ¿Qué tan importante es la innovación para poder emprender?

RC: – En realidad la innovación no es importante para el mundo emprendedor, sino que la innovación es importante para el mundo. Es la innovación la que hace que hoy gran parte de la población tenga acceso a la alimentación, a la educación, al entretenimiento, etc. Por lo tanto, la innovación es sumamente importante.

VE: – ¿Qué clase de innovación en realidad es distintiva de un emprendedor?

RC: – Es la innovación que capta una anomalía, que capta un déficit que la gente padece aunque no lo perciba, y lo transforma en una solución. Una característica fundamental de un innovador es la sensibilidad hacia lo anómalo. Va caminando por la calle y se va dando cuenta lo que muchos no perciben. Este tipo de innovación podemos decir que es sumamente importante para la sociedad. Hay otras innovaciones que no resuelven anomalías sino que mejoran procesos, mejoran costos y esas también sirven.

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VE – Al momento de concurrir a una incubadora o de comenzar un proyecto por cuenta propia, lo primero que busca un emprendedor es el capital económico. Si bien es importante ¿Es el único capital que necesita?

RC: – La búsqueda de financiación es el último paso. Depende mucho de las circunstancias, ya que una persona que está emprendiendo algo, en realidad se está fugando de algo que no le gustó o que no le sirvió. Al fugarse necesita hacer algo rápido y ahí es dónde se invierten los pasos. Hay personas que no se toman el trabajo de construir su proyecto y de interponerlo en la perspectiva de otro, entonces van a pedir dinero porque están apurados en la puesta en marcha, porque de eso no depende su identidad, sino que lo que depende de eso es qué va a comer el año que viene. Ahí es donde las cosas se confunden. Por otro lado, va a buscar aprobación porque si a un emprendedor se le aprueba el proyecto de financiación es como que se le está aprobando la idea y ahí él se queda más tranquilo de que la idea está bien. Lo primero que un emprendedor debe saber es si la idea que tiene agrega valor en algún campo de actividad o si es una idea maquillada que no aporta nada y termina siendo más de lo mismo. Sin tener estadísticas a mano, yo afirmaría que esto último se da en un 80% ó 90% de los casos.

VE: – ¿Qué papel juega la motivación y las emociones al momento de construir una idea?

GE: – Juega el papel central. Una de las cuatro características que nombramos es el móvil, y cuando ese móvil es construir una identidad valiosa para sí mismo a partir del valor que agregas a los demás, eso es todo motivación, eso es una emoción en estado puro. El problema es determinar si las emociones son buenas o malas. Por ejemplo, hay personas que se consideran emprendedores porque son militantes de una secta que hay en Internet en la que ser emprendedor es construir capital personal porque tenés ochocientos mil seguidores en Internet debido a que twiteaste “estoy en casa con un amigo”. Eso también es una emoción, una emoción que tiene que ver con la construcción de la identidad que te gustaría tener, pero no es una emoción legítima desde el punto de vista de cuál es el móvil que te lleva a emprender, que normalmente es crear valor. La mayor parte de las personas que se dedican a la innovación y emprendedorismo en la Argentina no son emprendedores, son consultores. Es decir, si se le pregunta qué emprendieron y cuántos fracasos tienen para contarte, la respuesta va a ser que emprendieron muy poco o nada. El rol de la emoción es definitorio, porque es la emoción lo que te mueve a ir por un camino que no tenes ninguna seguridad. Es más fácil trabajar en una empresa con un sueldo seguro a fin de mes, ya que para meterse en un camino que promete frustración tras frustración hasta llegar a un buen puerto, se deben tener emociones muy fuertes.

VE: – ¿Y el riesgo?

RC: – El riesgo es muy grande. Una emoción equilibrada respecto del riesgo también es muy importante. Yo creo que uno no se debería sentar a jugar al poker con doscientos pesos, porque el jugador que está en frente sabe que tenes doscientos pesos, por lo tanto, la primera mano, va a apostar mil y te tenes que ir de la mesa. Entonces, ¿tomar riesgos? Sí. Pero hay que tomar riesgos poniéndolo dentro de la perspectiva temporal de lo que vos podes ir asumiendo y de los pasos que podes ir dando- ¿Porqué toman riesgos desmesurados algunas personas que emprenden algo? Porque se apalancan en el dinero de otros, y ahí tenemos un problema. Como la plata no es de nadie, porque esos otros tampoco ya tienen la plata, sino que lo que están haciendo es juntar dinero a través de un fondo. Es sencillo conseguir el dinero si se tiene un proyecto presentable. La sensación de no tener riesgos también es una sensación falsa. Un emprendedor por definición es una persona que toma riesgos. Los emprendedores más eficaces son los que saben que pueden tomar riesgos, pero entienden bien, qué riesgos son los que pueden tomar. A veces, los buenos proyectos fracasan por tomar riesgos desmesurados antes de tiempo.


 

Video de la entrevista a Rafael Castellano

 

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