actitud

Ante todo… Actitud!

26 septiembre, 2018 | Revista nº 19

Opinión por Lic. Cristian Wertmuller

A la hora de emprender, basta con la aptitud? Alcanza solo con saber hacer?

Muchas microempresas nacieron de un oficio, conocen bien sus productos, pero muchas veces les cuesta armar de eso, un emprendimiento sustentable. Sin ir más lejos, hace un par de días, reunidos con un grupo de pequeños empresarios de La Plata, me comentaban lo difícil que se les hacía vender sus productos, a los cuales consideraban de muy buena calidad. En ese momento reflexionábamos sobre él saber hacer y él ser emprendedor, dos factores que deben ir relacionados, y que luego debamos potenciar con otros instrumentos que ayuden a perfeccionar esa característica de emprendedor para construir algo sustentable.

Cuantos de uds., conocen a personas que saben hacer muy bien sus productos, pero cuando conversan con ellos, ven que les falta “un qué se yo…!”. Muchas veces solemos decir que carecen de ACTITUD, para llevar adelante su proyecto. Tener sueños, creer en cada uno y pelear para lograrlos. Me refiero a esa garra emprendedora que puede llevar a alguien a concretar sus objetivos o quedarse en el intento!.

Antes de continuar, intentemos esbozar definiciones de estos conceptos que al momento de emprender toman una dimensión importantísima:

Actitud
La actitud alude a las características o atributos psicológicos de un individuo, en particular, a aquellas disposiciones de la personalidad que operan como un incentivo en el sujeto, para orientarse en una actividad autogestionada. También solemos decirle “fuego emprendedor”.

Aptitud
Por otra parte, se entiende por aptitud la apropiación de conocimiento técnico con respecto a un área o campo determinado. Son esas capacidades las que se deberán desarrollar para llevar adelante exitosamente sus proyectos. Está ligado al “saber hacer”, muy común en los emprendedores que llegan con ganas de emprender sobre algo que saben hacer pero posiblemente no sepan cómo transformar eso en un emprendimiento.

Revisando cosas escritas con anterioridad, encontré documentos que dieron origen a la incubadora, a mediados de 2002 (fecha en la cual comenzamos a darle forma a lo que luego llamamos Em-Tec) y que hoy tienen mucha vigencia sin lugar a dudas. En esos documentos se planteaban como necesidad, trabajar sobre la actitud y aptitud del emprendedor, para llevar adelante una idea o un proyecto. Hoy después de muchos años, y luego de haber tenido la suerte de conocer una gran cantidad de casos y personas que me ayudaron a formar conceptos sobre la temática, veo la vigencia de estas dos definiciones tan esenciales a la hora de apoyar a alguien que decida emprender. Sobre todo si tenemos que diseñar políticas o programas que deban fomentar esas cualidades personales.

Es importante que todos los programas de apoyo a emprendedores tengan presentes estos temas cómo eje central de acción. Uds. que creen¿?

www.cambioemprendedor.com.ar

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